El mundo en el que vivo es mejor que cualquier utopía. No hay hambre, guerra
ni deseos ambiciosos.
Si te lo cuento es porque quiero que también
tú algún día lo vivas. Ahora me encuentro escribiendo una bitácora de las bondades
de esta tierra.
Sé que estás triste porque andas en
busca de un Edén como el mío pero escucha mi consejo, ya no pelees con tu hermano,
dedíquense a enriquecer el mundo que ahora tienen.